Un Pequeño Gran Detalle :: Con Cuantos Dedos Frenas?

| el 14/03/17 a las 9:17 pm. | 7

Hace un tiempo nuestro amigo Rubén Nass, se dio un buen trabajo al enseñarnos muy claramente como setear nuestros frenos.

En parte de este análisis se habló sobre la distancia de la manilla respecto al puño, haciendo alusión a que es más fácil y cómodo frenar con un solo dedo, sin embargo, como el foco era otro, no fue posible detenerse a analizar este pequeño pero importante gesto técnico.

Antiguamente, unos cuantos años AFD (antes del freno de disco) los ciclistas debían hacer más fuerza para conseguir una buena frenada, los Cantis y Vbrakes trabajaban duro por modificar ángulos y distancias para mejorar el torque y ganar algo más de potencia, sin embargo hoy con la hidráulica, este problema está resuelto.

Pero el legado ergonómico de manillas y la conciencia ciclística colectiva aún mantiene la idea de una frenada con dos dedos (índice y corazón). Ahora, cuando vas campante por un camino ancho, disfrutando el paisaje o rodando con la familia, no hay ningún problema, pero si entre tus planes está disfrutar una buena bajada donde el terreno se ponga más agresivo, comienzan algunos inconvenientes con esta forma de frenar.

Frenar con dos dedos

Cabe destacar que es mucho más fácil y posible con sistemas de freno de disco, sobretodo hidráulicos, aunque si tenemos un correcto ajuste de frenos, la mayoría puede lograr una buena frenada con un solo dedo.

Al frenar con dos dedos lo que hacemos básicamente es delegarle muchas más responsabilidades de las que se son capaces de hacer a los dedos que se afirman del puño (quedando sólo para esta tarea el meñique y el anular). Por un lado deben agarrarnos a la bicicleta, por el otro “tironearla” para maniobrar y finalmente soportar lo que dure nuestra sesión de pedaleo.

Además de esto, le damos el trabajo de frenar a los otros dos dedos siendo esta misión completamente realizable por uno. Entonces no tenemos un uso óptimo de todos nuestros dedos en la conducción de la bicicleta, sino que sobre-exigimos sólo a dos y al índice le damos la tarea principal de frenar y el dedo corazón está casi de compañía.

En la praxis, sentiremos algo más de potencia en la frenada, pero menos fuerza y seguridad para agarrarnos de la bici, incluso algunos dolores en la palma podrían manifestarse.

Frenar con un dedo

Cuando frenamos con un solo dedo, nuestro índice se lleva esta misión, tarea fácil para él y los otros 3 que van al frente, se agarran fuertemente del manubrio, esto evita agarrotamientos, calambres y te entrega seguridad en zonas rápidas o zapateadas.

Ahora, no es tan simple como darse cuenta de esto y empezar a frenar con un solo dedo. Cuando compramos una bicicleta nueva, generalmente el seteo de mandos no es muy prolijo y muchas veces, ni las tiendas, ni los clientes se preocupan de ajustar esto a la comodidad y largo de cada uno, entonces queda muy incómodo intentar frenar de manera correcta, si la dejamos como viene “de fábrica”.

Para corregir esto debemos revisar nuestro manubrio y ajustar a nuestras medidas los elementos que nos hacen interactuar con la bicicleta, algo así como ajustar el asiento del auto para alcanzar pedales y espejos cómodamente.

(te recomiendo revisar el análisis de ajuste de frenos)

Luego de esto viene la etapa más complicada, la conciencia. Darnos cuenta de nuestra frenada y corregirlo conscientemente para luego asimilarlo como la conducción normal.

Una vez que logremos estos pasos de manera progresiva nos vamos a dar cuenta de que el terreno se torna “más suave” que antes ya que optimizamos nuestra conducción, nos agarramos de manera más fuerte y de manera consciente e inconsciente sentiremos más seguridad.

Estos detalles pueden ser sutilezas, pero la suma de estos pequeños gestos van a lograr una gran diferencia.

 

Y tú, con cuantos dedos frenas?

Rodrigo Salazar
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