Lectura de Fin de Semana :: Desde Perú al Montenbaik Enduro Latam de Valdivia 2015
Amigos Montenbaikers, los dejamos con este excelente relato de nuestra amiga Peruana Diana Samardzich que junto a 8 amigos vinieron a correr la final del Montenbaik Enduro Latam Series 2015 a Valdivia.
Dicen que las verdaderas aventuras comienzan cuando algo no sale de acuerdo al plan y así es como recuerdo la primera vez que viajamos a competir al sur de Chile. Éramos un grupo de ciclistas peruanos que unidos por las ganas de escaparnos de la ciudad y de entender de que se trataba el enduro, tomamos un vuelo a Santiago decididos a hacer un roadtrip a Valdivia.
Nos pasó de todo en el intento: nos perdimos en un pueblo y nos agarró tormenta en la carretera, uno perdió su tarjeta horaria, la mayoría sufrió sobredosis de power gel y para rematar, nos dejó el ultimo ferry que regresaba a Niebla después de la carrera. No recuerdo la ultima vez que me reí tanto en un viaje. Nuestra mayor preocupación era resolver como importar la cerveza miel de Kuntsmann a Perú.
Al final de la experiencia prometimos volver, y un año después, escribo esta nota desde una cabañita en Niebla, mientras los chicos arman las bicis para competir en el Latinoamericano de Enduro en Valdivia.
Por mas que siempre me han gustado los deportes de aventura, la verdad es que no me imaginé practicando ciclismo de montaña. Supongo que tener de pareja al campeón nacional de descenso no me dejó otra opción. A reclamarle por sus desapariciones en el cerro, preferí subirme a la bicicleta y desde que empecé, hace dos años, no me deja de sorprender como rápidamente el ciclismo ocupó un lugar tan especial en mi vida.
Las carreras llegaron de forma orgánica, como una oportunidad para proponerme nuevos retos, y en Chile encontré la comunidad perfecta para compartirlos: mis amigas de Enduro Fem. Acostumbrada a montar bicicleta con hombres, conocer a este grupo de endureras fue pura motivación. Tengo que reconocer que la pasamos muy bien en la “categoría turismo” como dice la Sarita Donoso, aunque hasta ahora no entiendo como no penalizamos de tanto hablar y tomar fotos en los enlaces.
Cuando se programó la fecha en Valdivia no dudé en inscribirme y empecé a entrenar haciendo salidas al cerro combinadas con preparación funcional en el centro Ultra Endurance. Esta vez éramos ocho en el equipo: mi coach-sponsor-mecánico Alejandro Paz , Santiago Prahl que llegó de Guatemala, Nicolas Chirinos desde Cusco, Pablo Alcazar desde Arequipa, Alessandro Carozzi, Jose Luis Alvistur y Francisco Ceccarelli desde Lima y yo como la única rosa entre tanta espina.
El día de reconocimiento estaban todos felices menos yo que había quedado traumada del barro en San Juan. En la noche nos tocó recoger los kits, la reunión de pilotos y dejar las bicis a punto para el día uno en el Parque Saval. El traslado en las embarcaciones con todos los riders y las bicicletas fue una experiencia única. Llegamos al muelle y al poco rato nos alistamos para partir a lo que sería un día de carrera duro pero lleno de sorpresas.
La locación parecía un sueño y esa sección de dirt jumps tentaron a más de uno a abandonar la carrera para probarlos. Las subidas cargando la bicicleta eran pesadas, confieso que estuvimos maldiciendo un buen rato a los responsables del circuito, pero el paisaje (y pensar en los de enduro 1) nos mantenía con fuerza.
Un momento a resaltar fue cuando me mandé primera a atravesar el fango y fui la única en embarrar todas las zapatillas hasta que, entre burlas de las chicas y de Nacho Barbosa que iba escoltándonos en moto, la Caro Riadi “metió la pata” literalmente en un hueco de barro impensado en medio del pasto limpio y no pude pedalear mas de la risa. Al poco tiempo pagué mi karma y terminé perdida con la Flavia Canepa. En resumen fueron enlaces esforzados pero entretenidos.
Increíblemente, un perrito tuerto nos acompaño durante toda la carrera a las Damas Light e incluso se metió una prueba especial junto a la Ferni Flaño. En cuanto a los descensos, fue un día con bastantes imprevistos entre caídas, desorientaciones en el circuito y fallas mecánicas. El camino de regreso fue un poco callado y sin expectativas hasta que se publicaron los resultados y pudimos celebrar el primer triunfo del equipo: Alejandro estaba tercero de la general y primero en su categoría empatado con Antonio Leiva. La cosa se puso buena.
La noticia nos animó a dejarlo todo el segundo día de carrera. Estábamos cansados pero decididos a terminar la fecha y esos 450 litros de cerveza que Matías Del Solar nos había prometido. Valdivia nos había regalado dos días de sol intenso que lograron secar gran parte del circuito.
Segundos antes de partir pensé en lo afortunados que éramos todos los participantes de poder disfrutar de la vida en el cerro de forma tan sencilla y auténtica y con los primeros pedaleos me di cuenta de que San Juan sería para mi la mejor prueba especial de todas.
No se si a algunos le pasa, pero a veces, a pesar de caerte o tener que auxiliar o pedir pista a otro rider, la bajada sigue siendo absolutamente perfecta. Es difícil de explicar pero se resume en una suerte de complicidad, entre el circuito, la bicicleta y uno mismo en la que no hay nervios ni presión y simplemente fluyes. Así terminé la fecha, metida en el rio con mi bici, agotada y a segundos de haberme podido subir al podio, pero satisfecha y completamente feliz.
A la noche cayeron muchos amigos chilenos a nuestra cabaña para cerrar el fin de semana con un buen asado y planes de viajes a Perú para andar en bici. Sepan que acá los estaremos esperando con los brazos abiertos y que nos queda pendiente la revancha!
Una vez más Montenbaik ha superado nuestras expectativas y nosotros hemos prometido volver.
Excelente reporte, esperemos que pronto salga un LATAM Perú!
muy buenas fotos, que buen grupo se ha armado en el enduro… vamos por mas!! a Perú los pasaje??
Lo pasamos demasiado bien, saludos Diana!