Riders y Combatientes

Pili | el 02/06/16 a las 1:30 pm. | 8

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Impresionante como pasa el tiempo.

Como Outlife, cumplimos un año este 1 de junio a cargo del Durazno Bikepark, gracias a la confianza de los dueños y del apoyo financiero de Rockford, Columbia, Merrell y Land Rover, por cierto, pero también a la buena onda de la enorme mayoría de los usuarios que frecuentan sus senderos y los que nos ayudaron con el paleo el fin de semana.

Por : Santiago Flores / Outlife

Y por buena, me refiero a que en verdad se nota el cariño generalizado que se le tiene al park y que de cara a nosotros y a lo que nos toca hacer, tiene algo de clamor de hinchada que le da ánimo sin parar a su equipo, que juega un partido en donde a cada minuto se cometen errores y aciertos, pero que es una final interminable (perdón por poner un ejemplo futbolístico en este medio. Me salió sin querer el ex pichanguero que tengo adentro…. Mmmm… a lo mejor por eso soy penca para la bici. Vaya uno a saber).

Bueno, a lo que iba es que en este caso ganar el campeonato significa llevar al Durazno a transformarse en un bikepark top a nivel mundial y para lograrlo nos faltan muchas etapas.

Cierto que nos referimos a hacer más senderos, a implementar soluciones definitivas para el tema seguridad, mantención e infraestructura en general, etc, pero un tema clave es cultura: si bien estamos muuuuucho mejor que hace 4 o 5 años, toda la comunidad del montenbaik chileno se tiene que creer el cuento de que no basta con respetar el “parque abierto” y “parque cerrado”, llevarse la basura para la casa o retar a un pastel porque anda pedaleando sin casco. Nos falta espíritu colaborativo y capacidad de organizar esa colaboración (me refiero a las tiendas también). Mientras antes nos tomemos en serio este punto, antes lograremos el sueño.

En todo caso creo que vamos por buen camino y los voluntariados son la razón. El año pasado empezamos haciendo algunas invitaciones tímidas por whatsapp o por redes sociales, pero siempre bien informales y nunca sabíamos que iba a pasar: A veces confirmaban 15 y llegaban los 15, pero otras veces de los 15 llegaban 5 (con caña).

El park en general estaba, no sé si se acuerdan, bien desgastado y fueron un puñado de 30 o 35 combatientes, que recurrentemente fueron a palear y lo sacaron del hospital. Este año los voluntariados se han vuelto más comunes y si los trabajos de los Momentum Trail están por salir del horno, en parte porque este año las lluvias se adelantaron, pero sin el trabajo silencioso de varios soldados anónimos no tendríamos para cuando.

Ha llegado junio… Por primera vez levantamos un evento “público” de paleo: el Shovel Day, a 363 dias de tirarnos al agua con El Durazno. Nos pusimos mateos: horarios de trabajo, jefes de cuadrillas (también voluntarios), un asado que con el frío y la lluvia resultó ser manjar de los manjares y varias botellas de cerveza que nos regaló Quimera para regalonear al batallón.

El paleo fue un éxito total. Tan bueno fue que contamos con dos chiquillas entre el contingente, la Ferni Flaño y la Pili Eguiguren, además de un niño. Impresionante como calzamos con los tiempos: garugó lo justo la noche anterior como para dejar aliñado el material.

De madrugada, la niebla y la humedad no fueron impedimento y nos juntamos a las 9 en el portón del parque y después de una charla explicativa del Coronel Martin Flaño, nos dividimos en 4 grupos, dos para los sectores altos del Calibre 12 y el Lomo Vetado y dos para los sectores bajos de las mismas pistas y apoyados por dos camionetas que repartían materiales y trasladaban a la gente, nos dio para dejar la pega digamos… en un 95% terminada justo antes de que dieran las 14:00, hora de almorzar.

Acá me quiero detener un segundo, antes de contarles como anduvo la parrillita: Cuando nos largamos cerro abajo por un sendero, siempre vamos enfocados en disfrutar todo lo posible los 3, 5 o 10 minutos que tenemos de bajada, que siempre van a ser escasos para los que les gusta soltar (o tratar de soltar los frenos) y siempre serán también un lapsus de concentración máxima para los que prefieren subir y la bajada es un mal necesario. Les juro que da lo mismo si nos gusta bajar o subir, miramos por donde va a pasar nuestra rueda y nada más.

Vieran la cantidad de senderos alternativos que cerramos!!!! huellas improvisadas que muy de a poco se fueron transformándose en autopistas. Fueron fácil 20, si, aunque usted no lo crea. Ese es el siguiente desafío, señores y señoritas, damas y caballeros. Por favor los que lean esto ayúdenme a generar conciencia al respecto: Respetemos las huellas habilitadas.

Alguien las paleó pensando en que sean pistas entretenidas, versátiles, difíciles, fáciles, no se, pero si cada uno de los 1.000 visitantes que tiene el Durazno se le ocurre andar por donde se le da la gana, vamos a tener que pedalear en un desierto en 10 años más. No faltan los que me van a decir que no todos los senderos fueron construidos por trailbuilders. Da lo mismo. Los OVNIS saben también y mucho. Respetemos también la fantástica y interestelar pega que se mandaron siglos atrás, pensando en nosotros.

Bueno, sigo con la historia: A eso de las 14:00, hicimos el fuego bajo un techo improvisado con alfombras porque el agua empezó a caer con ganas y el frio a calar y creo que quedaba una cola de carne del porte de un dedo en la parrilla cuando las alfombras no aguantaron más y nuestra ruca se transformó en un colador de goteras gigantes y alcanzamos a ordenar justo para escapar, mojados como piojo, pero con la pega completa hecha: paleo, asado y cervezas. RKF les tenía regalos a los más motivados, la Ferni Flaño y Hernán Allier, pero la lluvia nos obligó a postergar la entrega para la semana.

Grande lolitos, gracias por todo!

Gran aniversario para Outlife en el Durazno. Quedamos con el pecho inflado de motivados, porque si entre todos hemos avanzado tanto en un año, da para soñar una linda foto para junio de 2017.