Análisis :: Entrenando un mes y al Sudamericano!
Cómo están mis amigos! Algunos deben recordar que hablamos hace algunos días de lo que es tener un leve cambio de enfoque y todo lo que eso implica. Pero motivarse de un momento a otro y salir a correr un Sudamericano de xc (después de años alejado del xc competitivo) es algo completamente distinto.
Todo surgió de manera extraña e improvisada, después de haberme quebrado a principio de año estando una semana hospitalizado. Traté de volver a correr en Enduro, pero ya no lo disfrutaba y estaba bajando en “modo seguro”. Se había ido la chispa y el instinto. Siempre he sido fiel a mi pasión y a lo que me dicte mi iniciativa. Así fue como me puse a andar más largo y a familiarizarme con el ritmo de las subidas que había perdido.
Una noche por curiosidad miré el calendario de la UCI y leí “Sudamericano de MTB”. Revisé mis millas en la línea aérea y me percaté que estaban próximas a vencer. Esas mismas millas me alcanzaban para ir a Paraguay. Ahora faltaba solo un detalle, estaba andando a ritmo agrícola en bici!
Faltaba un poco más de un mes y me dije “o engañamos al cuerpo o haremos el loco”. Así fue como me puse a entrenar todo lo que pude, tratando de reactivar la memoria celular pero sin pasarme de vueltas. Farellones, intervalos, subidas a fondo en cerro, etc. Todo un plan de improvisación para llegar lo mejor posible a la carrera.
Así fue como el tiempo voló y de un momento a otro ya estaba en el aeropuerto con la bici embalada. Obviamente como me fui con millas el avión paró más que el metro. Tras un día viajando llegué a las 3:30 am a San Bernardino, Paraguay. En la hacienda Santoro me recibieron como en casa.
El calor era muy intenso, fui a acreditarme para mi categoría (master A) y ahí recién dimensioné en lo que estaba metido. Todas las selecciones impecables, uniformadas. Mientras que yo era el hippie con las piernas peludas y zapatillas de enduro y la tricota de Chile del año 2008 aprox. La verdad es que nunca me ha intimidado nada, menos la apariencia, sabía que tenía que hacer lo mío. También me encontré con algunos amigos de la selección de Chile que se habían organizado entre ellos.
Así fue como pasaron los días y me despierto el día sábado a correr. Van llamando uno a uno a los corredores, entre ellos el campeón panamericano y los campeones nacionales de los países de Sudamérica. Tal era el nivel que en el panamericano de éste año, el campeón Alejandro Oviedo había dejado menos 2 giros del lugar 14 para abajo, incluidos los más rápidos de Chile.
Obviamente al Hippie peludo con zapatillas de enduro y anteojos tipo “minero” lo iban a llamar al final, número 25. El plan era simple, tratar de pasar la primera mitad de la carrera entre los 10 y luego tratar de subir lo que se pudiera. Dan la largada y salgo a tope de la tercera fila, logro pasar a varios y ya estaba entre los 10 en los primeros minutos!
Las sensaciones eran buenas y la conexión con la bici era completa. Me las juego en cada lugar, ya iba 7. Pasada técnica ya iba 6. Bajada larga y de pronto voy 3ero!! Logro pasar el primer giro en el tercer lugar marcando al campeón de cerca. Como bien dicen, el sufrimiento es pasajero y la gloria es eterna. 37 grados de temperatura, mareado pero peleando. Ya no era un juego ni una carrera por anécdota, se podía hacer algo. Logro aguantar mitad de carrera en el ritmo, pero el cuerpo dijo basta! Cada metro era un sufrimiento y poco a poco caía en las posiciones.
Quedaba una vuelta, debía darlo todo. Logro mantener el quinto lugar con lo poco que tenía y lo protejo de mis rivales más cercanos. Cruzo la meta exhausto entre aplausos a un poco más de un minuto de la medalla. Los competidores me saludaron y felicitaron en señal de respeto, dando a entender que no me tenían en cuenta.
A pesar de no haber conseguido la medalla quedé muy feliz por haberlo intentado y por haber estado tan cerca con ese 5to lugar. Por haber salido a marcar a rueda al campeón panamericano después de haber largado en tercera fila. Me di cuenta que nada es imposible y que nunca debemos dejarnos intimidar por los datos y por la apariencia.
El sudamericano fue una experiencia muy positiva para volver a creer, sumado a la gente increíble que conocí, mis amigos de Argentina Enzo y Daniel Fredes, la señora Cristina de la hacienda, a German Dorhmann que no veía hace tiempo entre otros. Esto no se queda acá, nuestro deporte siempre da revanchas, para la próxima la preparación será un poco más metódica.
Aprovecho de agradecer a mis auspiciadores Masterbikes con la Yeti ASR-C que fue clave en mi regreso y G-Shock. También a Mountainworks y su sistema de rental por días de bolso EVOC, lejos la mejor opción para viajar!
Fotos cortesía de Ciclismo Paraguayo quienes tienen toda la info de los eventos y carreras en Paraguay! Y Bikespirit (foto abastecimiento).
Un gran abrazo a todos, Víctor Gálvez.
increíble, que entretenida y motivadora historia.
wuoooo
felicitaciones!
Un Maestro!!!
Felicitaciones y a seguir motivándose siempre se puede…..
Que weeena…
mandandose la gran Peter Sagan,…jajaja
excelente víctor! 1 mes de entrenamiento uff!
Muchas felicitaciones, yo estoy en la situación de lograr recuperar la confianza dado que yo fui se quedo inconsciente en la fecha de La Serena de Montenbaik, estuve 3 dias en la clinica, he vuelto al pedal, al enduro y ha sido muy complicado por eso de asegurar la bajada, pero espero pronto lograr estar a lo menos bajar con confianza, estoy preparando la carrera de conce espero estar bien y seguir mejorando.
te felicito por ese logro de seguir pedaleando.
un abrazo
buena compadre a fondo entre los grandes!!