Análisis :: Y si todo se acabara hoy?
Vivimos en un mundo materialista, en donde la búsqueda del estatus supera en tiempo el goce y agradecimiento por nuestra existencia. Si todo acabara en este minuto, el saldo es positivo? En memoria de Juanjo Valverde.
El pasado fin de semana a modo de despedida de lo que queda del verano decidí ir a pasar un par de días en la playa. Fui a una poco concurrida para encontrar paz. El mar con toda su fuerza nos invita a curar heridas del alma en él, pero muchas veces nuestra ignorancia nos traiciona. Así fue como fuertes corrientes me llevaron hacia dentro con escasas chances de salir. Cada vez más adentro y ya cansado por los inútiles intentos de salir recordé lecciones de mi padre quien siempre me cuida desde el más allá, en donde me decía: nunca entrar en pánico, nadar de espalda, conservar energía y salir hacia los lados. Después de una poco grata lucha logré salir muy cansado pero a salvo.
A raíz de ese hecho puntual y la despedida terrenal de nuestro amigo Juanjo Valverde, me pregunté: Y si todo hubiera acabado hoy, el saldo fue positivo? Son tantas las preguntas que surgen de la mano con el planteamiento anterior, tales como:
-Hacemos lo que nos gusta: Una de las principales causas de la infelicidad es hacer algo que no nos gusta en el día a día. Seamos honestos, para todos es duro despertarse día a día a trabajar, pero si detestamos nuestra rutina es el momento de hacer un cambio.
-Cuánto dedicamos a nuestra pasión: Nuestra pasión y los sueños son parte importante de la energía que nos impulsa día a día. Para muchos un deporte y una pasión son algo muy «trascendente» pero visto desde afuera, tal como quien dice «me encantaría andar más en bici». La vida es corta, no todo debe ser rutina y estress, es muy importante destinar el debido tiempo a lo que nos mueve. No seamos copilotos de nuestra vida.
-Cuántas veces dijimos lo que pensamos y cuántas veces dejamos de hacerlo: Tal como el primer punto, hay evidencia en los estudios de la felicidad que decir las cosas que uno cree y piensa nos libera y nos hace más plenos. No nos tapemos la boca frente a lo que pensamos.
-Cuántas veces hicimos lo que no queríamos y dejamos de hacer lo que queríamos en realidad: Un punto que guarda relación con la complacencia, la cual nunca es muy positiva.
-Nos preocupó más el estatus que ser felices: En un mundo de tanta apariencia y búsqueda de una validación a través de los «likes», «seguidores» y la imágen, nos cuestionamos: Nos importa más la imagen que proyectamos que lo que realmente somos? Ando en una determinada bici por un tema funcional y de gustos o para validarme? O bien, subo tantas fotos para que mis cercanos sepan que estoy bien, o para suplir un vacío en mi vida? Interesantes preguntas…
-Invertimos más en objetos que en experiencias en nuestra vida: Como hemos analizado en otros artículos, frente a los objetos, la satisfacción inmediata de la felicidad posteriormente es suplida por el peligroso círculo hedónico, en el cual nos vamos adaptando a una realidad materialista y nuestro índice de felicidad no se ve mejorado por más y mejores objetos, sino que por el contrario nos tornamos más sensibles y complejos. Viva la simpleza!
-Fuimos humildes: Esa respuesta cada uno es capaz de responderla. Muchos hemos sido soberbios alguna vez, lo bueno es que siempre podemos cambiar y crecer.
En el pasado VCA trabajé de media, mientras caminaba por el circuito siento una mano en mi espalda, me doy vuelta y era Juanjo con una gran sonrisa, quien estaba trabajando también. Siempre sentimos un gran aprecio mutuo. Que gran alegría haber tenido esa última conversación contigo y ese último abrazo que recordaré siempre.
No dejemos de respetarnos y de compartir, nunca sabremos cuándo será el último abrazo. Gracias Juanjo por inspirar estas humildes líneas y por representar la cara positiva de estos simples conceptos.
Muy buen análisis… Cuando llegues al final, mirar para atrás con una gran sonrisa.
Tarde o temprano, nos van a juzgar por lo que hicimos o dejamos de hacer, hay alguien que todo lo ve y no vamos a poder escapar a ese juicio, y el juez es extremadamente honesto y cruel en su veredicto, nos vamos a tener que enfrentar a el si o si al final del camino, su fallo nos va a dar paz o sufrimiento, nuestra conciencia.
Muy de acuerdo con el comentario. Me hace recordar una pregunta que leí por ahi
Te acuerdas cuando eras chico y quwrías ser grande para hacer lo que en realidad quieres?? ¿Cómo vas con eso?
Excelente reflexión!
La vida pasa tan rápido, que ni siquiera nos damos cuenta de lo mucho que hemos postergado nuestros sueños!
Disfruta el presente y no vivirás pensando en el futuro!