Las 12 Horas Pivot por Paci Lizama

| el 13/09/17 a las 8:12 pm. | 0

Nuevamente nuestra periodista invitada nos trae un reporte de las 12 horas Pivot que se realizo el fin de semana pasado en el Parque Las Palmas.

Los dejamos con el relato de esta campeona!

Por Paci Lizama, Fotos Jesus Mier.

Este año el nivel de los corredores de las 12 horas Pivot estuvo realmente increíble. Hubo corredores individuales, duplas y tríos que pelearon hasta la última vuelta por los resultados.

Los líderes defensores Claus Plaut y Catalina Salata repitieron la proeza de correr 12 horas sin parar, pero esta vez tuvieron grandes rivales que venían a darlo todo y que terminaron llevándose el gran premio: Ximena Aldana (23 vueltas, 195.5 km y más de 5.500 metros de desnivel) para las mujeres y Víctor Aravena en los hombres (25 vueltas, 212,5 km y más de 6.000 metros de desnivel).


En esta ocasión la carrera partió a las 11 de la mañana en el parque Las Palmas. En un principio la fiesta sería en El Molino (Lo Barnechea, Santiago), pero por las lluvias anunciadas, y que se dejaron caer durante la tarde y la noche, la carrera fue movida de lugar, decisión que fue agradecida por los corredores, ya que en Las Palmas el día estaba exquisito y el grip inmejorable. El frío se empezó a sentir cuando anocheció y los más valientes seguían aún en la pista.


El recorrido tenía una subida al comienzo de más de 200 metros de desnivel y terminaba con un fluido descenso por la clásica bajada del parque, uniendo luego con la bajada del bosque, donde los más hábiles podían ir saltando y soltando los frenos.

Ya en la zona de la meta había que bajar la velocidad para marcar las vueltas con un moderno sistema, que incluía un verdadero testimonio, para hacer la posta de los equipos… en ese instante se notaban los nervios de los corredores, que apurados se gritaban las instrucciones, intentaban ponerse de acuerdo, pedir abastecimiento o sugerir un cambio en la estrategia previamente planificada.

El lugar del layout era súper completo, buen lugar de abastecimiento, carpa de masajes, mecánica gratuita y una pantalla con tiempos en vivo, lo que era de gran ayuda para cambiar la estrategia de los equipos de ser necesario.
Luego venía nuevamente la subida, que terminaba en lo alto del parque con un abastecimiento de lujo, con unas exquisitas mandarinas, entre varios carbohidratos, un spot totalmente salvador para los ataques de hambre, las piernas cansadas y la mente flaqueando.

Cuando las ideas se empiezaron a acabar, luego de las horas de pedaleo, la organización se encargó de sacar un repertorio de creatividad y motivación, y este año sorprendieron con un robot con luces como de 4 metros para la noche y unos gimnastas y sus piruetas para la tarde, acciones siempre bienvenidas cuando el cuerpo ya no da más.

Otra cosa que se agradeció fueron los gorros Buff que regalaron a cada corredor, al momento de la premiación (cerca de las 12 de la noche) fueron clave para el frío, un lujo recibir un trato así…. y la lasagna calentita, para que decir.
Simplemente una carrera que entrega más de lo que uno espera… mas horas de pedaleo, más giros, más calambres, más cansancio, más mareos, más dolor de muñecas, más regalitos, sorpresas, premios y buena onda!

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