Análisis :: FSA y el precio de las falsificaciones

| el 10/12/15 a las 11:00 pm. | 2

A veces no hay mejor forma de valorar lo que compramos que con un sencillo video. En este, Davide Riva el director técnico de la marca italiana de componentes FSA nos enseña como un manillar falso roto en tres piezas puede ser el inicio de un gran problema. La compra de productos no oficiales por internet es algo demasiado común. Algo que además es muy difícil de contener para las grandes marcas, a pesar de tener departamentos especializados en la búsqueda y eliminación de canales de producción y venta de copias. La inmensidad de la red hace casi imposible pararlo.

Aunque a primera vista las copias tienen un nivel muy alto estéticamente hablando, internamente no cumplen con los estándares de calidad necesarios. Estándares que por otro lado, todas las marcas tienen que pasar para que un producto llegue a su venta. Davide nos muestra un manillar FSA falso que se ha roto en tres piezas. Solo con verlo os podéis imaginar las consecuencias de que algo así nos pase en marcha. Este tipo de productos no pasan ningún tipo de test de resistencia, ni ninguna certificación como la que se aplica en Europa, EN14766. Este tipo de pruebas, trata de confirmar mediante tests de fatiga y de impactos, que el componente cumple las medidas mínimas de seguridad y se puede poner a la venta. Esto se aplica a todos los componentes que se venden en Europa. Del mismo modo se hace en el resto de continentes.

En una copia de baja calidad no se controlan el tipo de fibras de carbono, ni la direccionalidad de las mismas, ni el tipo de resina utilizado, ni la temperatura en la que se hace el curado. Sin todas estas medidas, el producto final puede aparentar ser el mismo por fuera estéticamente, pero por dentro no es más que un montón de fibras de carbono moldeadas sin un propósito de resistencia, flexibilidad, absorción y longevidad. En otras palabras, que no solo no cumple con su función en la bici, sino que lo más probable es que termine rompiéndose.

FSA recibe cada semana un número de quejas en aumento sobre garantías por rotura de alguno de sus productos y lamentablemente la mayoría de ellas acaban siendo copias. Manillares, potencias, tijas, bielas, ruedas, horquillas y por supuesto cuadros. Todo lo que se fabrica en este mundo, tiene su copia en algún sitio. Para luchar contra las falsificaciones, FSA así como otros fabricantes de componentes, ha añadido varios códigos de barras con el número de serie del manillar que certifica su fabricación original, así como un logo integrado en el manillar invisible a la vista, que solo se puede ver mediante luz ultra violeta.

En un mes FSA contabiliza y retira de su venta más de 2.000 productos falsos que significan unos 50.000€ en total. Eso solo FSA y en un solo mes. Os podéis imaginar lo que significa para las miles de marcas y productos del sector. Recuerdo hace tiempo que Myke Sinyard, el presidente de Specialized no pudo dormir durante días cuando se enteró que un cliente que había comprado una Specialized falsa había tenido un grave accidente porque se había roto el cuadro por la mitad. Y es que comprando productos falsos colaboramos con que estos siga existiendo y poniendo en peligro nuestras vidas. Y eso si que no puede ser. Nunca comprometas tu integridad física por ahorrarte algo de dinero. Lo barato siempre sale caro. Eso seguro.

Video: Mercalia Beck

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